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Vitamina D y COVID-19

vitamina D y COVID-19
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ACTUALIZACIÓN 05/10/20

Siete meses después de los estudios publicados de los que hablamos en este artículo, tenemos una importante actualización sobre este asunto:

El pasado 3 de septiembre de 2020, se publicaron los resultados de un ensayo clínico realizado en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba (España).

Dicho ensayo, se realizó administrando una dosis alta de Calcifediol a 76 pacientes consecutivos ingresados ​​con infección por COVID-19, con cuadro clínico de infección respiratoria aguda, confirmado por patrón radiográfico de neumonía viral y por PCR positiva al SARS-CoV-2.

Los resultados de este estudio piloto demuestran que la administración de dosis altas de vitamina D reduce significativamente la necesidad de tratamiento en UCI de los pacientes que requieren hospitalización debido al COVID-19.

La importancia de este estudio es que, al tratarse de un estudio de intervención y no sólo observacional como los anteriores, se puede afirmar con mucha confianza que es la vitamina D la causante de esta mejoría en los pacientes.

Pese a que es un paso muy prometedor, hay que seguir realizando ensayos con grupos más grandes de pacientes para tener una respuesta definitiva.

Insistimos en que ninguna suplementación puede sustituir a los múltiples beneficios que tiene en nuestro organismo la exposición a la luz solar.

Se habla muy amenudo de los riesgos del exceso de exposición al sol, pero se habla muy poco de los riesgos del déficit de exposición solar, que pueden ser bastante mayores. Además, estos riesgos por exceso de exposición son fácilmente controlables haciendo exposiciones de corta duración y adaptadas al tipo de piel de cada individuo.

Según la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición casi el 40% de la población en España tiene déficit de Vitamina D y estas cifras se duplican en personas mayores de 65 años.

No sirve de nada vivir en un país “soleado” si la gente pasa gran parte del día en espacios cerrados.


El tema que trataremos en esta ocasión no está relacionado directamente con la Fisioterapia y la Rehabilitación, pero dada la grave situación global que estamos viviendo con la pandemia provocada por COVID-19, creo que es interesante divulgar los nuevos descubrimientos que se han hecho al respecto.

En concreto, dos estudios que relacionan los niveles óptimos de vitamina D con la reducción de las complicaciones graves de la infección, e incluso, con la disminución de la mortalidad.


Funciones de la vitamina D

La vitamina D es una de las más estudiadas en ciencia ya que es un componente esencial del organismo. Sus beneficios para la salud son importantes y su carencia puede tener serias consecuencias.

El órgano encargado de sintetizar la vitamina D es nuestra piel. Esta síntesis de vitamina D se produce por la exposición a la luz solar (UVB), se transporta al hígado y luego al riñón. Es en los riñones, donde gracias a una hormona tiroidea llamada paratohormona (PTH), se transforma en calcitriol, que es la forma activa de la vitamina D (vitamina D3) y que se encarga de aumentar el transporte y absorción del calcio de los alimentos que ingerimos en el intestino.

De esta manera el organismo se asegura que los niveles de calcio sean los adecuados para mantener nuestros huesos fuertes y libres de Osteoporosis.

Esta función de la Vitamina D es la más conocida. Pero en estudios recientes se ha confirmado otra función muy importante, que es su papel en el sistema inmunitario. De ahí, el uso de los baños de sol utilizados antiguamente para personas que padecían tuberculosis.

tomar un poco de sol
Imagen de Jill Wellington en Pixabay

Al igual que en la tuberculosis o en otras infecciones agudas del aparato respiratorio como puede ser la producida por el SARS-CoV-2, la vitamina D modula la respuesta de los leucocitos (células inmunitarias). Como vimos en el artículo «La realidad sobre la aplicación de frío en las lesiones», ante cualquier infección, el sistema inmune reacciona generando una respuesta inflamatoria enviando células que liberan las citoquinas.

“La tormenta de citoquinas puede dañar gravemente los pulmones provocando el síndrome de dificultad respiratoria aguda y la muerte de los pacientes. Esto es lo que parece matar a la mayoría de los pacientes con COVID-19 y no la destrucción de los pulmones por el virus en sí.”

Ali Daneshkhah

Se sabe que el SARS-CoV-2 provoca un exceso de liberación de estas citoquinas. Es esta respuesta inmune descontrolada la que genera las complicaciones fatales. La vitamina D no solo mejora nuestro sistema inmune innato, sino que también evita que nuestro sistema inmune se vuelva peligrosamente hiperactivo. Esto significa que tener niveles saludables de vitamina D podría proteger a los pacientes contra complicaciones graves o incluso la muerte de COVID-19.

«Nuestro análisis muestra que con niveles óptimos de vitamina D, se podría conseguir una reducción de la tasa de mortalidad a la mitad. No evitará que un paciente contraiga el virus, pero puede reducir las complicaciones y prevenir la muerte de las personas infectadas.»

Vadim Backman

Esta correlación podría ayudar también a explicar algunos de los misterios que rodean al COVID-19, como, por ejemplo, porqué los niños tienen menos probabilidades de morir. Los niños aún no tienen un sistema inmunitario adquirido completamente desarrollado, que es la segunda línea de defensa del sistema inmune y precisamente es el que reacciona de una forma exagerada.


¿Porqué más muertes en el sur de Europa?

Sabiendo que la vitamina D es producida por la piel tras exponerla a luz solar, podríamos pensar que los datos de muertes no cuadran. Es fácil deducir que la población del sur de Europa que vive en países más cálidos y con más horas de sol, tienen mejores niveles de vitamina D que la población del norte de Europa.

En contra de lo que podríamos intuir, los países con latitudes más bajas y países típicamente soleados, como España y el norte de Italia, tienen en sus habitantes concentraciones más bajas de vitamina D y altas tasas de déficit de vitamina D. Estos países son los que han experimentado las tasas más altas de infección y mortalidad de Europa. 

Los países de latitud norte como Noruega, Finlandia y Suecia tienen niveles más altos de vitamina D a pesar de una menor exposición a la luz solar, porque la suplementación y el enriquecimiento de los alimentos es más común. Estos países nórdicos tienen tasas más bajas de infección y mortalidad por COVID-19. 

La correlación entre los bajos niveles de vitamina D y la muerte por COVID-19 es estadísticamente significativa. 


Conclusión

Con estos estudios, vemos que hay una evidencia observacional de un vínculo entre la vitamina D y la mortalidad. Esto no quiere decir que tengamos que correr todos a llenarnos de suplementos, ya que hay que señalar que las dosis excesivas de vitamina D pueden tener efectos secundarios negativos. Además, otro aspecto a tener en cuenta, es que para la activación de la vitamina D tiene que existir un equilibrio con el magnesio para evitar efectos secundarios.

“Es difícil definir qué dosis de vitamina D es más beneficiosa para el COVID-19, sin embargo, está claro que la deficiencia de la vitamina D es dañina, y puede abordarse con la suplementación adecuada.”

Vadim Backman

Aunque la vitamina D no cura ni nos previene de contraer la enfermedad, podría ser clave para ayudar a proteger a las poblaciones vulnerables como ancianos y personas con alguna patología crónica. Necesitamos más investigación para saber como la vitamina D podría usarse de manera más efectiva para proteger contra las complicaciones del COVID-19, mientras tanto, un poco de sol no hace daño a nadie y puede aportarnos muchos beneficios.


Espectaculares Imágenes del SARS-Cov-2

Bibliografía:

  1. E. Laird, J. Rhodes, R.A. Kenny. «Vitamin D and Inflammation: Potential Implications for Severity of Covid-19». Irish Medical Journal, 2020; 113 (5): P8
  2. Ali Daneshkhah, Vasundhara Agrawal, Adam Eshein, Hariharan Subramanian, Hemant Kumar Roy, Vadim Backman. «The Possible Role of Vitamin D in Suppressing Cytokine Storm and Associated Mortality in COVID-19 Patients». medRxiv, Posted April 30, 2020;
  3. Anne Marie Uwitonze and Mohammed S. Razzaque. «Role of Magnesium in Vitamin D Activation and Function». The Journal of the American Osteopathic Association, March 2018, Vol. 118, 181-189.
  4. New Images of Novel Coronavirus SARS-CoV-2. National Institute of Allergy and Infectious Diseases, February 13, 2020.
  5. Marta Entrenas Castillo, Luis Manuel Entrenas Costa, José Manuel Vaquero Barrios, Juan Francisco Alcalá Díaz, JoséLópez Miranda, Roger Bouillon, José Manuel Quesada Gomez. “Effect of calcifediol treatment and best available therapy versus best available therapy on intensive care unit admission and mortality among patients hospitalized for COVID-19: A pilot randomized clinical study”. Volume 203, October 2020, 105751.
  6. Jose Manuel Quesada-Gomez, Marta Entrenas-Castillo, RogerBouillon. Vitamin D receptor stimulation to reduce acute respiratory distress syndrome (ARDS) in patients with coronavirus SARS-CoV-2 infections: Revised Ms SBMB 2020_166. Volume 202, September 2020, 105719.

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